Es normal que tanto antes como durante nuestras vacaciones de verano, dediquemos una especial atención a preparar nuestra piel y a protegerla, pero es cierto que una vez que llega el otoño todos esos productos con los que la mimábamos e hidratábamos acaban olvidados en algún cajón de nuestro cuarto de baño.
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Al amparo de leggings, medias tupidas y leotardos es muy fácil volverse perezosa con el anticelulítico, y la culpabilidad se esfuma al mismo tiempo que guardamos nuestros shorts favoritos y nos despedimos de ellos con un hasta el verano que viene. Sin embargo no conviene bajar la guardia, ya que el frío del invierno puede causar en nuestra piel peores estragos que el sol estival, aunque para mantenerlo a raya te bastará con seguir estos sencillos consejos.
- Toda hidratación es poca: no te escudes en la excusa de que durante el invierno solo muestras la cara y las manos y aplícate leche corporal cada vez que salgas de la ducha. No olvides que una piel bien hidratada responderá y se defenderá mejor ante las inclemencias climatológicas. Hidrátate también desde dentro, bebiendo suficiente agua e ingiriendo una cantidad razonable de frutas y verduras cada día.
- No te separes del protector solar: ¿quién ha dicho que el protector solar sea patrimonio exclusivo de los días de playa? Nuestro consejo es que lo uses durante todo el año, o que al menos utilices cremas antiedad o hidratantes que lo incorporen en su fórmula, y que por supuesto no te olvides de aplicártelo también en las manos.
- Cuidado con los cambios bruscos de temperatura: puede ser muy tentador usar la calefacción para disfrutar de unmicroclima tropical en el salón de tu casa o en la oficina, pero tu piel se resentirá por culpa del contraste cuando salgas al exterior.
- Evita las duchas excesivamente calientes: por mucho que te apetezca ducharte con el agua a cuarenta grados, es mucha mejor opción el agua templada, ya que el exceso de temperatura a la hora de meternos en la bañera puede provocar problemas de circulación, rotura de vasos sanguíneos y aparición de antiestéticas rojeces.
- Recuerda exfoliarte al menos una vez cada diez o quince díaspara eliminar las células muertas. En este aspecto es conveniente que prestes especial atención a tus labios, una de las zonas particularmente expuestas al frío del invierno. Con este vídeo que publicamos hace algún tiempo en nuestro Videoblog aprenderás afabricar un exfoliante casero para deshacerte de las incómodas pielecitas fruto de la deshidratación invernal.
Miguel Rosero, editor de la revista impresa y online Eventos En Red. Profesional de la comunicación y la tecnología.