Investigadores del Boston Medical Center (BMC) han alertado de la aparición en las consultas de un nuevo fenómeno, la ‘dismorfia snapchat’, un tipo de trastorno dismórfico corporal (TDC) basado en el deseo de muchas personas de parecerse sus selfies con filtro.
El trastorno dismórfico corporal es una preocupación excesiva por un defectopercibido en la apariencia propia, a menudo caracterizado por personas que toman a grandes (y a veces poco saludables) medidas para ocultar sus imperfecciones.
Esto puede llevar a visitar repetidamente a dermatólogos o cirujanos plásticos que visitan con la esperanza de cambiar su apariencia. Este trastorno afecta a alrededor del 2% de la población y se clasifica dentro del espectro obsesivo-compulsivo.
«Ha aparecido un nuevo fenómeno llamado ‘Snapchat dysmorphia’ (dismorfia del Snapchat) —advierte Neelam Vashi, director del Ethnic Skin Center del BMC y de la Escuela de Medicina de la Universidad de Boston— donde los pacientes están buscando que la cirugía les ayude a parecerse a las versiones filtradas de ellos mismos».
Además, los autores advierten, en un artículo en la revista JAMA Facial Plastic Surgery, de que la cirugía no es la mejor opción en estos casos, porque no mejorará y puede empeorar su TDC subyacente. Por el contrario, recomiendan intervenciones psicológicas como la terapia cognitivo-conductual y el tratamiento del trastorno de una manera empática y sin prejuicios.
«Los selfies con filtro pueden hacer que las personas pierdan el contacto con la realidad, creando la expectativa de que debemos estar perfectamente arreglados todo el tiempo —advierte Vashi—. Esto puede ser especialmente dañino para los adolescentes y aquellos con TDC, y es importante que los proveedores comprendan las implicaciones de las redes sociales en la imagen corporal para tratar y aconsejar mejor a los pacientes».
Miguel Rosero, editor de la revista impresa y online Eventos En Red. Profesional de la comunicación y la tecnología.