El origen de los megalitos de Stonehenge proceden de un bosque prehistórico cercano cuyas rocas comparten la misma química, lo que confirma que sus constructores formaban parte de una sociedad muy avanzada.
Las piedras sarsen que componen los megalitos de Stonehenges son bloques de arenisca que se encuentran en diferentes partes del Reino Unido. Son los restos posglaciales de una capa de silicio cenozoico que una vez cubrió gran parte del sur de Inglaterra.
Stonehenge y otros monumentos megalíticos del sur de Inglaterra fueron construidos con piedras sarsen. La construcción de Stonehenge se inició hace unos 5.000 años y se abandonó 1.500 años después.
Stonehenge es un monumento megalítico formado por gigantescas piedras sarsens introducidas en el suelo que adoptan una forma circular similar a un muro o elíptica, cercando un terreno.
El monumento que ha perdurado hasta nuestros días se construyó entre los años 2600 y 1600 a.C., cuando se levantaron los grandes piedras sarsen que le confieren su aspecto más popular.
Está situado cerca de Amesbury, en el condado de Wiltshire, Inglaterra, a unos trece kilómetros al norte de Salisbury.
Bosque prehistórico
Una nueva investigación ha aclarado el origen de los megalitos de Stonehenge: la mayoría proceden de un bosque prehistórico llamado West Woods, situado a 25 kilómetros del espacio donde se erige el afamado monumento.
El descubrimiento probaría que los megalitos fueron llevados a Stonehenge alrededor de 2500 a. C., durante la segunda fase de construcción del monumento.
También que los constructores de Stonehenge formaban parte de una sociedad muy bien organizada, con capacidad de semejante proeza tecnológica.
Hay que tener en cuenta al respecto que los sarsen miden unos nueve metros de alto y pesan unas 30 toneladas, lo que requiere conocimientos y técnicas para su desplazamiento que solo pueden pensarse en una sociedad desarrollada para aquella época.
Misma química
Los investigadores llegaron a la conclusión de que las piedras gigantes procedían del bosque prehistórico a través de una técnica original de análisis químico.
Usaron aparatos de rayos X portátiles para analizar la composición de las piedras gigantes y las compararon con las rocas presentes en 20 posibles sitios originales para estas rocas sedimentarias: las rocas de West Woods tienen la misma química que las rocas gigantes de Stonehenge.
Aunque no todas las piedras del monumento proceden de West Woods (otras fueron traídas de Gales), lo que desvela la nueva investigación es que todas fueron transportadas al mismo tiempo.
Tecnología avanzada
El desarrollo tecnológico de la época quedó demostrado con el monumento: la técnica de desplazamiento de las piedras gigantes se supone que se basó en posibles trineos.
Luego debían ser tratadas para obtener el tamaño adecuado y ser pulidas, para finalmente ser colocadas en un lugar cuidadosamente escogido que implicaba conocimientos geográficos y astronómicos.
Miguel Rosero, editor de la revista impresa y online Eventos En Red. Profesional de la comunicación y la tecnología.