Un llamado a los hombres a participar activamente en la construcción de una sociedad más justa, abandonando modelos caducos para abrazar un futuro de cuidados compartidos y plenitud.
Este artículo está dirigido a los hombres que ya apoyan el camino hacia la equidad; hombres que, a través de la justicia, el diálogo y la paz, promueven una construcción cultural que nos mueva hacia una sociedad más feliz.
El Nuevo Rol: Paternidad Activa y Corresponsabilidad
Estos hombres buscan activamente centrarse en la familia. Quieren participar a toda costa en el crecimiento de sus hijos, adoptando un rol activo en su educación. Saben que el tiempo de la infancia es fugaz y desean atesorar esos recuerdos, comprendiendo que su implicación es la plataforma sobre la que sus hijos construirán su personalidad, preparándolos para un mundo más humano y habitable.
Los pequeños detalles marcan la diferencia: acompañar, escuchar con curiosidad, convivir y practicar con el ejemplo.
Los padres que participan activamente en la organización familiar son hombres que se permiten dudar. Cometen errores, se equivocan, pero escuchan a quienes piensan diferente. Aprenden y se interesan por ser competentes. No se trata de una «renuncia» personal, sino de un acuerdo con la pareja donde la responsabilidad es conjunta y equitativa. La satisfacción reside en progresar juntos, como individuos y como equipo. Estos hombres rechazan cometer los errores del pasado y buscan relaciones más justas con sus parejas y con las mujeres en general.
La Urgencia del Cambio: Una Realidad Inaceptable
Apostar por estos hombres es urgente. Aunque avanzamos, el camino por recorrer para una equidad real es largo. La realidad sigue siendo doliente e inaceptable: los intolerables feminicidios a lo largo y ancho del planeta son solo la punta del iceberg.
Debemos visibilizar todas las formas de violencia, como las registradas en lugares como Ecuador: la violencia económica o patrimonial, la violencia gineco-obstétrica (la negación de servicios de salud a mujeres), la desigualdad económica y el acoso callejero y tecnológico. Esta prepotencia en los ámbitos de poder genera una peligrosa desconexión de las emociones, perpetuando el problema.
El Camino de la Transformación
Invitamos a los hombres a tomar conciencia, a analizar y priorizar sus intereses desde los valores de la igualdad. El movimiento más importante es salir de uno mismo y abrirse a los demás para construir una convivencia feliz.
Ya lo dijo Miguel de Cervantes hace siglos: «Cambiar el mundo, querido Sancho, no es utopía, sino justicia». Y, de forma aún más profunda: «No ames lo que eres, sino lo que puedes llegar a ser».
Hacemos un llamado a hombres, compañeros y amigos a tomar esta palabra quijotesca. Este ingrediente reflexivo nutre el alma para sacar al exterior su mejor versión. Es un llamado a inconformarse con el modelo tradicional: ese rol emocionalmente distante, utilitarista y «superior», que prioriza obsesivamente el trabajo sobre las relaciones.
Estrategias para el Hombre Nuevo
Para quienes deseen empezar, proponemos una lista de ideas adaptadas del libro Nuevos hombres buenos: la masculinidad en la era del feminismo, de Ritxar Bacete:
* Cuestiónate a ti mismo: Siempre hay áreas de mejora.
* Ser hombre no es un destino: Es una etiqueta con la que hemos construido nuestra identidad. Del mismo modo que hemos aprendido, podemos desaprender.
* Quiérete bien: Conecta contigo y sé lo que quieras ser. Eres un ser único y excepcional.
* Toma conciencia: El camino hacia la igualdad es una peregrinación paso a paso. Nadie puede hacerlo por ti.
* Acepta las «pérdidas»: Es cierto, perderás privilegios y poder. Pero está probado que mejorarás tus relaciones, serás más libre y feliz. Quienes te quieren te lo agradecerán.
* Escucha a las mujeres: Presta mucha atención a las de hoy y a las de ayer. Aprenderás mucho de ellas. Escucha más, habla menos y no las interrumpas.
* Escucha tus emociones: Conecta con tus sombras y reconoce tu vulnerabilidad. Es ahí donde reside la verdadera fortaleza. Ríete mucho, sobre todo de ti mismo.
* Da un paso adelante en los cuidados: Responsabilízate. Cuida más de las personas que te acompañan en la vida y, de paso, cuida también del planeta.
El Poder de las Palabras
No podemos olvidar el poder del lenguaje. Las palabras tienen una influencia decisiva; a través de ellas interiorizamos qué significa ser hombre o mujer. Cada palabra que usamos constituye una realidad.
Somos testigos de que, socialmente, no se trata igual a lo masculino y a lo femenino; el trato hacia lo femenino aún arrastra connotaciones negativas. Este empeño por la igualdad no es fácil. Requiere una práctica cotidiana que derive en pequeñas transformaciones, como el trato cordial y equitativo. Elijamos palabras y un lenguaje que fortalezcan la igualdad, y practiquemos la escucha activa de las emociones que nos producen, tanto lo que decimos como lo que nos dicen.
Hacia un Futuro Compartido
El camino es largo, pero es un acto de amor profundo por conseguir despatriarcalizar y acabar con el machismo, no con los hombres. Queremos trabajar por un mundo en armonía, comprensión y felicidad.
La implicación de los hombres como padres y cuidadores igualitarios y no violentos es fundamental para el bienestar familiar y la salud de madres e hijos. Un maltratador acarrea un problema de malestar para toda la sociedad, empezando por sus víctimas y trasladándolo a todos los ámbitos.
Una verdadera igualdad solo se conseguirá cuando los hombres asuman el cincuenta por ciento de la atención infantil y el trabajo doméstico, en todo el mundo. Solo así estaremos avanzando y compartiendo un mundo en igualdad de deberes, derechos y justicia social. Es un llamado a los hombres a darse la oportunidad de ser más libres, completos, justos y felices.
Autora: Investigadora, escritora, maestra, jubilada, Licenciada Fanny Fuenmayor Endara.

Miguel Rosero, editor de la revista impresa y online Eventos En Red. Profesional de la comunicación y la tecnología.








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