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Entre los grupos con un alto nivel de energía, podemos observar la motivación mediante la inspiración.
Tanto los particulares como los equipos están innovando, mostrando el entusiasmo y el optimismo que les genera su trabajo. En equipos de trabajo con niveles de energía bajos, observamos la motivación mediante las tareas y las fechas de entrega. Podemos darnos cuenta de que existe un sentimiento de presión, y mucho menos entusiasmo hacia el trabajo del grupo.
Un líder efectivo percibe las fuerzas y el potencial que pueden pasar de largo para otros miembros del equipo. Este tipo de liderazgo es más que instrumental, está basado en una visión y es una herramienta para transformar. De hecho, en la literatura sobre liderazgo, la visión es un tema recurrente y muy poderoso. La visión, el sentimiento enérgico del potencial de algo, es lo que convierte a una organización o una empresa, en una unión real. Aunque las formas de liderazgo sean diferente dependiendo de la parte del mundo en la que nos encontremos, existen algunos puntos de conexión que todos los líderes deberían tener presente.
Editor de la Revista Eventos En Red impresa y digital, con más de 15 años en circulación, nos caracteriza la multiculturalidad.