Las palabras de Luz Micaela Lema Illicachi, como candidata a Reina de Riobamba, fueron proféticas. “Se necesita romper las barreras y entender que todos somos iguales en derechos”, dijo la joven, de 23 años, que se convirtió en la primera soberana de origen puruhá, la madrugada del domingo pasado.
Luz Micaela, tras conocer los resultados, no paraba de llorar. Tal vez porque tenía presente a sus padres, quienes murieron hace cuatro años en un accidente de tránsito.
Entre siete candidatas mestizas, Luz Micaela, originaria de la comunidad Puesetug, parroquia Flores, se adjudicó la corona como la mujer más bella del cantón Riobamba, y presidirá las festividades por los 195 años de independencia de la Sultana de los Andes.
La designación ha despertado el interés en lasredes sociales y es tema de conversación en los barrios. La gran mayoría aplaude esta distinción. María José Castelo, estudiante de la Universidad Nacional de Chimborazo, expresó su alegría por la nueva soberana. “Me parece muy bien, todas tenemos los mismos derechos, habló muy bien y me gustó como se presentó en el concurso”, dijo la universitaria, que siguió la elección a través de la televisión.
También está un grupo que se mostró en desacuerdo con el resultado de la elección, pero que se negó a dar su versión.
Varias exreinas de Riobamba realizaron publicaciones para felicitar a Micaela y destacaron que esto representa un adelanto para que sea una ciudad más inclusiva y orgullosa de sus raíces.
Los allegados de la nueva soberana son los más felices, sobre todo porque han sido testigos de los difíciles momentos que ha vivido la familia Lema Illicacho. Elizabeth Pazmiño, desde la terraza de su casa, contigua a la de la soberana, expresa su alegría. “Todos estamos muy contentos; ella es una chica muy buena que se merece ser reina”, aseguró.
La vecina contó que hace 20 años conoció a los padres de Micaela, quienes perdieron la vida en un accidente de tránsito. “Ellos eran profesores, unas excelentes personas y luego, el papá se compró un bus y solo Dios sabe cuándo la desgracia se presenta. Ellos fallecieron hace unos cuatro años y los dos hermanos y Micaela se quedaron solos”, relató la mujer.
La describió como una joven muy educada, a la que le encantan los animales, pues tiene varios perritos a los que alimenta todas las mañanas. Lo que más admira es su tenacidad para afrontar la vida y su desenvolvimiento actual.
“Mi hermana le había visto en Flores como habla, se nota que ha estudiado, se ha superado, imagínese solita, cuántos muchachos que estando con los padres no saben aprovechar”, aseveró.
Mientras los debates continúan, las palabras de Micaela, estudiante de Derecho en la Universidad Nacional de Chimborazo, siguen resonando.
“Soy orgullosamente quichua, tengo mi cultura, mi lengua y vestimenta, ser runa es ser una luchadora que refleja la transparencia y humildad de los pueblos originarios”.
Además reveló como candidata que, aunque en menor grado, todavía existe exclusión hacia su pueblo. “Se necesita romper las barreras y entender que todos somos iguales en derechos, pero, a la vez, cada ser tiene diferente pensamiento, tradición y cultura”, acotó.
Por eso instó a todos los riobambeños a trabajar e interrelacionarse con respeto a estas diferencias para permitir una convivencia en armonía.