No es lo mismo ser listo que ser inteligente. Se parecen y, en ocasiones, hasta se confunden. Sin embargo, la primera dimensión tiene más que ver con la astucia y esa perspicacia que permite resolver los desafíos cotidianos. Ahora bien, tu inteligencia es un constructo innato que se mide mediante test psicométricos y que define tu capacidad para afrontar problemas más profundos.
Cabe señalar, eso sí, que ambas esferas cognitivas son igual de valiosas. De hecho, una persona lista puede llegar tan o más lejos como alguien con un CI muy alto.
Aquí algunas razones de por qué no es lo mismo ser listo que ser inteligente
1. Origen y desarrollo
La inteligencia tiene un componente genético. Esto mismo es lo que refieren un estudio publicado en la revista Nature, en el cual, puntualizan que este factor es hereditario y puede predecir resultados educativos y ocupacionales. Es más, se estima que esa heredabilidad está entre el 20 % y el 50 %.
Ahora bien, hay un punto interesante. La inteligencia, como destacó el psicólogo británico Raymond Cattell, se manifiesta de dos maneras: de forma fluida y cristalizada. La primera tiene que ver con esa base genética y neurofisiológica ya señalada, pero la segunda, es la que te permite seguir desarrollándote gracias a la formación y la curiosidad.
Ser listo, por tanto, se relaciona con la «inteligencia cristalizada» y facilita adquirir nuevas habilidades durante toda tu vida. De hecho, ahora, tal y como nos indican desde un trabajo en Journal of Intelligence, este factor es medible con un nuevo instrumento llamado «la prueba C».
2. Aplicaciones de cada una
Si no es lo mismo ser listo que ser inteligente, ¿cómo se aplican cada una de estas esferas cognitivas? ¿De qué manera benefician? Para responder a dichas preguntas, es necesario comprender un detalle. La inteligencia tiene más que ver con tus conocimientos y ser listo con tus habilidades. Lo describimos mejor con los siguientes ejemplos.
¿Qué te permite hacer la inteligencia?
- Definir la facilidad con la que adquieres conocimientos complejos.
- Está motivada por la curiosidad y por profundizar en conceptos abstractos.
- Abordar problemas muy complicados y resolverlos de manera lógica y creativa.
- Se relaciona con la capacidad para tener infinitos conocimientos de múltiples disciplinas.
- Dedicar mucho tiempo a la reflexión. Esto puede hacer que te cueste más resolver problemas, porque atiendes los desafíos desde muchos ángulos y perspectivas.
Ser listo y lo que te permite hacer
- Reaccionar de forma original a las situaciones nuevas.
- Es una habilidad para resolver problemas de forma rápida.
- Se relaciona más con encontrar soluciones prácticas a problemas cotidianos.
- Facilita aprender habilidades y estrategias en lugar de memorizar conceptos.
- Reaccionar de manera inmediata a los desafíos, aunque dispongas de poca información.
- Usar de manera muy eficiente tu inteligencia, a pesar de que no presentes un elevado CI.
3. Perspectivas mentales
En un trabajo divulgado en la revista Dialogues in Clinical Neuroscience resaltan que la inteligencia es esa competencia que posibilita razonar, resolver problemas y aprender. Además, integra procesos tan decisivos como la memoria, la percepción, la atención, la planificación y el lenguaje.
Y hay un detalle más. Ser inteligente ofrece una visión amplia de la realidad para pensar a largo plazo. Hay una proyección hacia el futuro, sitúas la mirada en ese horizonte lejano con el objeto de anticipar eventos o problemas ante los que actuar.
4. ¿Se puede ser listo, pero no inteligente? ¿Y a la inversa?
La persona lista es, por encima de todo, aquella que usa de manera eficiente su inteligencia. No importa que esta última se ubique en los percentiles medios o altos; siempre pondrá en práctica las habilidades más útiles. En todo caso, es importante destacar, una vez más, que el ingenio o la perspicacia se vinculan con la inteligencia cristalizada antes descrita.
Es decir, alguien con un cociente intelectual menor a 85, no desarrollará habilidades tan ingeniosas como otra con un CI de 100. Por otro lado, el hombre o la mujer con una elevada inteligencia sí puede demostrar, en ocasiones, respuestas a los problemas poco eficientes.
Factores de personalidad como el neuroticismo, una baja inteligencia emocional o la tendencia al sobreanálisis o pensamiento excesivo, quizás genere en ellos serios bloqueos. Algo que no suele ocurrir si eres muy listo, sagaz y habilidoso.
5. Creatividad vs. eficiencia
Todos nosotros llegamos al mundo con un gran potencial creativo. Tal y como matizan en un artículo de Intelligence, las personas más inteligentes suelen demostrar una creatividad de alto nivel. En otras palabras, son capaces de aportar ideas, conceptos y propuestas más complejas e innovadoras.
En cambio, la virtud de la persona lista está en su eficiencia para abordar los problemas con rapidez y no tanto en ofrecer propuestas muy originales.
6. El problema de la alta inteligencia
Ser muy inteligente no siempre es sinónimo de éxito ni de felicidad. A veces, las escuelas no detectan al niño con elevadas competencias intelectuales y esto puede abocarlo a la desmotivación y el fracaso escolar. Es más, disponemos de trabajos que relacionan el CI elevado con la predisposición a ciertos trastornos psicológicos.
La soledad, la sensación de desconexión del entorno, el pensamiento excesivo o las crisis existenciales, son factores que, en algunos casos, pueden acompañar a este sector de la población. Aún así, las personas listas son más hábiles en su regulación emocional y proactivas a la hora de buscar soluciones a lo que les angustia.
«La sinergia entre ser listo e inteligente: Educar y estimular para un desarrollo óptimo. En la búsqueda de la excelencia cognitiva, la inteligencia y la astucia desempeñan papeles igualmente cruciales. Adaptarse y superar desafíos con éxito depende de ambas dimensiones, y para alcanzar su máximo potencial, es esencial una educación sólida. Investigadores de la Universidad de Edimburgo y la Universidad de Texas enfatizan la importancia de la educación en el desarrollo de la inteligencia, mientras que entornos estimulantes y personas apasionantes contribuyen al aprendizaje continuo de nuevas habilidades.»
Miguel Rosero, editor de la revista impresa y online Eventos En Red. Profesional de la comunicación y la tecnología.