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Es una práctica habitual en muchas personas: dejar el cargador enchufado a la red cuando no se está cargando el móvil. Esto no supone ningún daño para el cargador o el móvil en el futuro, pero sí arroja cifras de consumo global de energía que podrían evitarse.
Como detallan desde Andro4All, a nivel individual el gasto es insignificante. Por persona, de media, viene a ser un consumo anual de 1,168 kWh, lo que supone un gasto de 0,14 euros. Comparado ese consumo con el energético total que se realiza en España (1.440.584.840.000 kWh) la cifra es irrisoria.
Sin embargo, si este consumo individual lo extrapolamos a toda la población, la cosa cambia y pasa a ser algo más serio. A día de hoy, en el mundo hay 2.530.000.000 usuarios de smartphones en todo el mundo, según cifras aportadas por Statista. Haciendo un cálculo sobre la hipótesis de que todos los usuarios dejen el cargador enchufado y que el precio del kWh sea el medio español, los resultados arrojan un consumo que roza los 3.000 millones de kWh en un año con un gasto que supera los 354 millones de euros anuales. Esto, sin ser un dato real, sirve para hacerse un idea de hasta dónde puede llegar el derroche de energía consumida para nada.
Esta energía derrochada bastaría para satisfacer las necesidades energéticas anuales de los 33 países con menor consumo del mundo y es la misma que realiza en cinco años una nación como Ruanda, con 12 millones de habitantes.
Miguel Rosero, editor de la revista impresa y online Eventos En Red. Profesional de la comunicación y la tecnología.