Como ocurre con cualquier otra bebida, el mundo de la cerveza parece sencillo de comprender a simple vista, pero no es así. Es por eso que decidimos presentarte esta guía con todo lo que siempre quisiste saber sobre la cerveza. Conforme uno se va adentrando a este universo dominado por la cebada, la malta y los procesos de fermentación, van surgiendo más dudas al respecto. Para esclarecer todas estas preguntas, recurrimos a Abigail Ramos, Maestra Cervecera de Grupo Modelo, quien con sus conocimientos nos ayudó a comprender mejor esta bebida de dioses. Estamos seguros que después de estas entregas, te convertirás en un verdadero diestro en la materia.
- Históricamente, se cree que la cerveza nació con los inicios de la agricultura, pero no hay indicios que respalden esta teoría. A pesar de ello, algunos restos arqueológicos demuestran que en el periodo que va del 4,000 A.C. al 3,500 AC. ya se fermentaba cerveza en las zonas de Siria y Turquía.
- Si es la primera vez que te adentras en el mundo de la cerveza o eres de aquellos que dicen que no toman esta bebida porque “no les gusta la sensación que les deja en la boca”, lo mejor es que identifiques sabores que te agraden y luego busques éstos en alguna variedad de cerveza. Por ejemplo, si eres fan del chocolate y el café, seguramente disfrutarás una del estilo stout.
- El universo de la cerveza es muy amplio, pero podríamos dividirlo en dos, según su tipo de fermentación:
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Las lager, que tienen perfiles más enfocados hacia la malta y el lúpulo; son cervezas que otorgan una sensación más efervescente o “crisp”.
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Las ale, que cuentan con sabores más complejos debido a la interacción con la levadura, dando como resultado sabores frutales y especiados.
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- Si quieres hacer un buen maridaje con una cerveza, lo único que tienes que hacer es tomar en cuenta alguno de estos dos procesos:
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Alinear: Es emparejar la intensidad del alimento con la cerveza. Ninguno debe opacar al otro, sino buscar una armonización.
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Puentear: Es buscar algún sabor que ambos tengan en común para crear una «conexión» o puente.
- Lo mejor es beber una cerveza en vaso de vidrio. Pero, ¿cómo elegir el adecuado? Recuerda una regla: entre más alcohol y complejidad en la cerveza, más pequeño debe ser el vaso. Para cervezas ligeras y con menor grado alcohol es preferible optar por un vaso de mayor capacidad.
- Al igual que en los vinos, al momento de beberse, las cervezas tienen una temperatura ideal:
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Para las tipo ale, optar por un rango de entre 5 y 12° C.
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Para las lager, apuesta por un rango de entre 3 y 7 ° C.
- Aunque muchos lo aconsejan, nunca metas una cerveza al congelador, pues al momento de descongelarse su apariencia cambiará.
- Para cerrar esta lista sobre todo lo que siempre quisiste saber sobre la cerveza, debemos mencionar que, como con otros licores y destilados, esta bebida también se cata, y en este proceso intervienen todos los sentidos. Si quieres hacerlo como todo un experto, estos son los pasos a seguir:
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Vista: se observa el color, la claridad y el tipo de espuma que hace.
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Olfato: percibir aromas provenientes de la malta, el lúpulo o la levadura.
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Gusto: analizar los sabores que están presentes y percibir si está balanceada, cómo es el retrogusto y amargor.
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Tacto: analizar la sensación en boca; es decir, si es ligera, media o densa, así como su efervescencia.
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Oído: disfrutar del famoso ¡psssssh! al destapar una botella. (Bueno esto es por puro placer).
- A partir de estos pasos podemos distinguir si una cerveza está bien hecha o no, dependiendo de las cualidades de cada tipo. Por ejemplo, si una Pale Ale tiene aromas a mantequilla, manzana verde o verduras cocidas, entonces hablamos de que tiene defectos.
Miguel Rosero, editor de la revista impresa y online Eventos En Red. Profesional de la comunicación y la tecnología.