El recinto, que antes se llamaba Palacio de los Deportes, se llenó de fans de todas las edades que no quisieron perderse esta cita tan especial. Y es que Pimpinela no solo repasó sus grandes éxitos, sino que también mostró su lado más solidario y divertido.
Antes de salir al escenario, se proyectó un vídeo sobre el Hogar Pimpinela para la niñez, una iniciativa que los hermanos Galán impulsan desde hace años para ayudar a niños y niñas en situación de vulnerabilidad. Después, otro vídeo hizo un repaso por la trayectoria de Pimpinela, desde sus inicios hasta la actualidad, recordando canciones que han hecho historia.
Y entonces aparecieron ellos, Lucía y Joaquín, dispuestos a darlo todo y a hacer vibrar al público con sus temas más conocidos. Con una banda de músicos que incluía vientos, Pimpinela interpretó canciones como “Olvídame y pega la vuelta”, “A esa”, “Valiente” o “Dímelo delante de ella”, entre muchas otras. El público cantó con ellos cada palabra, cada frase, cada estribillo, demostrando que Pimpinela es mucho más que un dúo: es un fenómeno social.
Durante dos horas y media, los hermanos Galán hicieron un recorrido por su carrera profesional, sin dejar de lado el humor y la complicidad que les caracteriza. También hubo momentos emotivos, como cuando dedicaron una canción a su madre o cuando agradecieron al público su fidelidad y cariño.
Pimpinela demostró que sigue siendo un referente de la música en español, capaz de conectar con varias generaciones y de transmitir emociones con sus letras y sus voces. Fue una noche mágica e inolvidable para todos los que estuvieron allí, y una forma de celebrar 40 años de éxitos que no son nada.