Pablo Iglesias ha anunciado que abandona la política y deja todos sus cargos tras su fracaso sin paliativos en las elecciones madrileñas. «Tengo la conciencia absoluta de haberme convertido en un chivo expiatorio que moviliza los afectos más oscuros y contrarios a la democracia», ha asegurado Iglesias, «estos resultados lo dejan claro, no soy una figura que contribuya a sumar«.
Durante la campaña electoral, Iglesias ya había abierto la puerta a no asumir su escaño en la Asamblea de Madrid. «Estaré donde me coloquen los ciudadanos», repitió en múltiples ocasiones. Y el líder de Unidas Podemos ha interpretado que la amplia derrota electoral de la izquierda, pese al leve ascenso de su partido, revela que su presencia es un lastre para conseguir vencer «dentro de dos años». «No voy a ser un tapón», zanjó.
Iglesias no puso paños calientes al batacazo de la izquierda. «Hemos fracasado», señaló el hasta hoy líder de Podemos, que reconoció que los progresistas han estado «muy lejos de armar un Gobierno decente» y alternativo al del PP. Pero, más allá de los posibles errores propios, el dirigente denunció que se le haya convertido en un «chivo expiatorio» que «anima los instintos más oscuros» de quienes «odian la democracia».
«Hemos constatado en esta campaña, en particular en los últimos 15 días, un incremento de la agresividad sin precedentes del PP y de la ultraderecha, una normalización sin precedentes de los discursos fascistas», alertó Iglesias.
E incluso el hecho de que haya habido una participación «histórica», precisamente a lo que fiaba Unidas Podemos un triunfo de la izquierda, se ha traducido en el triunfo del PP y la «consolidación de la ultraderecha», una «tragedia para la educación, la sanidad y los servicios públicos». «Pero es indudable que es lo que ha votado la mayoría de la ciudadanía», admitió.
Pese a los malos números de la izquierda, el líder de Unidas Podemos quiso hacer un reconocimiento expreso al «magnífico» resultado de Más Madrid, que se ha convertido en la primera fuerza de la oposición tras superar al PSOE en votos.
Iglesias pasa el testigo a Yolanda Díaz
La dimisión de Iglesias conlleva que se acelere su relevo por Yolanda Díaz, a la que el dirigente ya señaló como la próxima candidata y líder de Unidas Podemos. Inicialmente, el plan del secretario general morado era establecer una bicefalia en la que Díaz capitanearía la presencia de Unidas Podemos en el Gobierno mientras Iglesias mantenía la Secretaría General del partido. Pero su dimisión de todos los cargos conllevará, salvo sorpresa, el ascenso de la actual vicepresidenta tercera a lo más alto del organigrama de Unidas Podemos.
En este sentido, Iglesias se mostró confiado en que Yolanda Díaz se convierta en la próxima secretaria general del partido «y en la próxima presidenta del Gobierno de España». Para convertirse en líder de la formación morada, Podemos tendrá que celebrar un congreso extraordinario apenas un año después de que Iglesias se impusiera sin rival en el congreso de Vistalegre III, celebrado de forma virtual debido a la pandemia.
Díaz, no obstante, evitó pronunciarse sobre su eventual llegada a la Secretaría General de Podemos como lleva haciendo desde que Iglesias la eligiera como sucesora hace unas semanas. La vicepresidenta tercera del Gobierno se limitó a reconocer que se encuentra «triste como millones de personas en todo el país» por los resultados del 4-M, pero aseguró que «nuestro país no se va a parar». «Seguimos construyendo mirando al futuro», aseguró.

Miguel Rosero, editor de la revista impresa y online Eventos En Red. Profesional de la comunicación y la tecnología.