Uno de los momentos más esperados por los vecinos y visitantes que celebran el Año Nuevo chino es el Gran Pasacalles multicultural que recorre las principales calles de Usera, el particular China Town de la capital española, donde han abundado las caretas de la rata, animal que apadrina a 2020 con suerte y prosperidad.
Y es que cada vez «más madrileños y madrileñas» acuden a este desfile, explicó Paula Ehrenhaus directora artística del Año Nuevo Chino para el Ayuntamiento de Madrid, porque «es muy famoso» y, en este año, trae además «prosperidad y suerte».
«Es el año de la rata, y empieza un nuevo ciclo del zodiaco porque la rata es el primero de los doce animales del horóscopo chino, y eso significa también que es un año de prosperidad y suerte», dice sobre este 2020.
El de Usera es un pasacalles ya «tradicional» pues comenzó a celebrarlo por su cuenta la propia comunidad china de Madrid y desde hace cinco años el Ayuntamiento lo apoyó con programa de ocio y cultural con muchísimas actividades en colaboración con la Embajada de la República Popular China, como explica su directora artística momentos antes de que comience el desfile.
La Unión China de España ha abierto la fiesta escoltando a un gran autobús de dos plantas que ha dado la bienvenida al Año Nuevo Chino, seguido de la Fundación Changqing.
Ha continuado la Asociación de Estudios de Sectas de los Chinos Residentes en Madrid, y tambores y dragones rojos con tonos dorados que han ido danzando gracias a decenas de porteadores, bajo la atenta mirada y los flashes de los cientos de presentes y de los curiosos que no se han perdido el espectáculo desde los balcones de la calle Marcelo Usera.
Vestidos tradicionales en las mujeres, de vivos colores rojos, verdes, azules o rosas, han contrastado con las deportivas -también de todas las tonalidades- que han protegido los pies para hacer frente a un recorrido que se ha desarrollado por la calle Marcelo Usera y la avenida de Rafalea Ybarra, hasta llegar a la abarrotada plaza junto a la Junta de Distrito de Usera.
Entre abanicos y otros colectivos, como la Asociación Cultural China de Qipao, la compañía circense El Circódromo ha cerrado la comitiva con sus zancudos componentes y un artista manteniendo el equilibrio sobre una gran bola azul.
En cambio, se han visto pocas mascarillas -algunas para no pegar la gripe- en este desfile, donde no ha habido temor al coronavirus originado en la provincia china de Wuhan y que ha generado alerta global, aunque por el momento en España no se ha detectado ningún contagio.
Como «ciudad acogedora y tolerante», Madrid «quiere compartir las diversas culturas y que se integren y que no solo lo celebren los chinos de Usera, de Madrid, sino que todo Madrid se vuelque en esta festividad», ha destacado ante los periodistas la delegada de Cultura de la capital.
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Editor de la Revista Eventos En Red impresa y digital, con más de 15 años en circulación, nos caracteriza la multiculturalidad.